Se avecina una corrección para el oro
La semana pasada el oro logró un cierre semanal por encima de los 2621. Tras la apertura y durante la sesión asiática el oro continuó subiendo logrando un nuevo máximo en 2631. Tras la apertura Europea el oro comenzó un pequeño retroceso hacia los 2613, donde de nuevo rebotó al alza.
Por ahora, la fuerza compradora sigue predominando, aunque se empieza a notar una desaceleración en algunos indicadores como el MACD. El oro podría entrar pronto en una fase de ajuste y consolidación para continuar subiendo. La duración e intensidad de la corrección determinará la solidez del impulso alcista posterior y las oportunidades de entrada que puedan presentarse.
Por ahora, y al encontrarnos en máximos, el oro enfrenta resistencias en las zonas de 2625, 2631 y 2650. Si consigue romper el rango de 2650-2655, el movimiento alcista podría continuar hasta alcanzar el nivel de 2670.
Por otro lado, encontramos los soporte más cercanos en la zona comprendida entre 2613 y 2602. De romper la línea psicológica de los 2600 el oro podría retroceder hasta el soporte en 2590-2585. Por último, si la corrección se extiende el oro podría continuar una caída hacia la zona de los 2555-2545. Esta son las tres zonas desde donde el oro podría impulsarse al alza, dependerá de la capacidad de los compradores para defender esos niveles y generar un rebote significativo que retome la tendencia alcista.
En resumen, el oro se encuentra en una encrucijada, ya que estamos en niveles históricos y las próximas decisiones de los inversores serán determinantes. Es complicado prever el camino que seguirá, dado que se enfrenta a resistencias clave, y cualquier ruptura podría marcar el inicio de un nuevo máximo histórico, mientras que un retroceso podría desencadenar una corrección significativa.
Por ahora, la fuerza compradora sigue predominando, aunque se empieza a notar una desaceleración en algunos indicadores como el MACD. El oro podría entrar pronto en una fase de ajuste y consolidación para continuar subiendo. La duración e intensidad de la corrección determinará la solidez del impulso alcista posterior y las oportunidades de entrada que puedan presentarse.
Por ahora, y al encontrarnos en máximos, el oro enfrenta resistencias en las zonas de 2625, 2631 y 2650. Si consigue romper el rango de 2650-2655, el movimiento alcista podría continuar hasta alcanzar el nivel de 2670.
Por otro lado, encontramos los soporte más cercanos en la zona comprendida entre 2613 y 2602. De romper la línea psicológica de los 2600 el oro podría retroceder hasta el soporte en 2590-2585. Por último, si la corrección se extiende el oro podría continuar una caída hacia la zona de los 2555-2545. Esta son las tres zonas desde donde el oro podría impulsarse al alza, dependerá de la capacidad de los compradores para defender esos niveles y generar un rebote significativo que retome la tendencia alcista.
En resumen, el oro se encuentra en una encrucijada, ya que estamos en niveles históricos y las próximas decisiones de los inversores serán determinantes. Es complicado prever el camino que seguirá, dado que se enfrenta a resistencias clave, y cualquier ruptura podría marcar el inicio de un nuevo máximo histórico, mientras que un retroceso podría desencadenar una corrección significativa.
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