El crecimiento económico en EE.UU. parece haberse desacelerado drásticamente en el tercer trimestre, ya que las limitaciones laborales y de suministro y los persistentes problemas pandémicos obstaculizaron las operaciones de las empresas en todo el país. La novedad de más de 10 millones de puestos de trabajo sin cubrir y más de 5 millones de desempleados, el gasto gubernamental sin precedentes, los temores por el Covid y las vacunas y una economía en rápida evolución han dejado a los analistas inseguros sobre cuánto daño se pudo haber infligido al producto interior bruto PIB.
Los economistas utilizan los inventarios para estimar la producción futura, con la lógica de que las compras de las existencias o lotes de los distribuidores deberán ser reemplazadas por los fabricantes, garantizando un cierto nivel de producción. En los cálculos del gobierno, una caída en los inventarios se convierte en una adición al PIB, pero la cantidad es difícil de calcular de antemano.
La inversión empresarial parece haber caído casi dos tercios del segundo trimestre al tercero, y si eso es exacto, comprometerá el PIB.
En la contabilidad gubernamental, el déficit comercial se resta del PIB y se suma un superávit. Estados Unidos no ha tenido un superávit comercial mensual en más de una generación, por lo que no se trata de un valor absoluto, sino de la variación.
El déficit de bienes y servicios promedió 71.1 mil millones de dólares en el segundo trimestre. En los dos meses reportados del tercero, el promedio fue de 71.8 mil millones, un aumento del 1%. Se espera que el déficit de septiembre aumente a 74.1 mil millones de dólares cuando se informe el 4 de noviembre, ya que la recuperación de la economía estadounidense atrae más bienes y servicios. Si eso es correcto, llevaría el promedio trimestral a 72.6 mil millones, un aumento del 2.1% y suficiente para reducir el PIB.
Las preguntas más importantes para los mercados son cuánto tiempo durará la escasez de oferta y mano de obra y si mejorarán a partir de aquí o habrá problemas más profundos por delante.
¿Cuál será el impacto de los billones de dólares de nuevos gastos propuestos, pero de ninguna manera seguros, por parte de la administración Biden cuando se enfrenta a una economía sobrecalentada y desequilibrada?
El PIB del tercer trimestre será un primer ejercicio para evaluar el alcance del impacto económico. La amplia gama de pronósticos del PIB describe cuán inusual es la situación y cuán mal equipados están los analistas para juzgar sin pautas históricas.
Es probable que el PIB del tercer trimestre sea algo tardío para la Reserva Federal y su comienzo esperado de la disminución gradual en la compra de bonos el próximo miércoles. No obstante, una cifra mejor de la esperada respaldará las tasas del Tesoro y al dólar y dará crédito a la idea de que la economía estadounidense aún puede exhibir su resistencia tradicional. Aunque un resultado del PIB peor de lo previsto cambiará poco.