La renovada fortaleza del dólar pesó mucho sobre el dólar australiano, agravada por la persistente debilidad del yuan chino. Las dificultades del yuan se atribuyeron a las amenazas arancelarias de Estados Unidos y a datos mixtos sobre la actividad empresarial interna de China.

A la caída del AUD se sumó el desempeño desigual en todo el complejo de materias primas. Los precios del cobre cayeron a mínimos de varios días, mientras que los precios del mineral de hierro registraron otro repunte. Esta divergencia se produjo a pesar de las dudas persistentes sobre la eficacia de las medidas de estímulo de China, un motor clave de la economía australiana dependiente de las exportaciones.

Técnicamente, igual que los otros pares xxusd, considero está en corrección compleja y le falta un impulso bajista más.
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