Sin referencias macro de relieve, los índices europeos compensaron nuevamente gran parte de las pérdidas producidas durante las últimas sesiones. A las puertas del cierre de semestre tanto SPX, como ESX50 e IBEX35 saldarían ganancias de doble dígito mientras que el NDX se emplazaría cerca del 30%. La atención de los inversores se centró en la reunión de Banqueros en Sintra, donde Powell afirmó que todavía tendría margen para acometer dos ajustes adicionales de 0.25% tras la pausa emprendida este mes, espoleado por las positivas referencias macro de la sesión precedente. Lagarde por su parte, ya habría anticipado una nueva subida de tipos para su próxima reunión siempre que el ritmo de enfriamiento de precios no cambie radicalmente.
La deuda transcurrió sin sobresaltos, quedando la tir del T-Note emplazada en 3.73%, lo que supone -0.15% YTD mientras que el T-2Y sumaría +0.30%, lo que resalta el grado de inversión de la curva desde inicio de 2023. En materias primas el USOIL se sigue balanceando más hacia una esperada contención de la demanda global que hacia las restricciones de bombeo del Cártel. Mientras tanto, los inventarios semanales reflejaban unas caídas de niveles por encima de lo previsto.
Con la excepción del XAUUSD y del mineral de hierro, el semestre se ha caracterizado por una corrección generalizada en las commodities del orden de doble dígito, realzando la tibia recuperación china, la moderada corrección del USD, el buen acopio y eficiencia de utilización de materiales además de las expectativas de una desaceleración más abrupta. Seguimos considerando que nos encontramos ante unos múltiplos exigentes en los índices dada la coyuntura monetaria y podríamos encontrarnos ante un ajuste moderado de cara a la inactividad estival del orden del 5-6%. Sin embargo, nuestras expectativas a medio/largo plazo, siguen siendo optimistas contemplando unos precios de los inputs más moderados, caídas en costes logísticos, dilución de las fricciones en las cadenas de suministro, un menor endeudamiento y un progresivo cambio en política monetaria. Llama la atención la amplia divergencia producida entre el comportamiento YTD de los small caps y de los blue chips, la cual debería de revertir ante un cambio de escenario.